Quiénes somos

Cualquier villamercedino recuerda seguramente lo que fue el Club Atlético Aviador Origone en la década pasada, antigua gloria deportiva y cuna de campeones. Por eso, tras un tumultuoso lapso de despojo y destierro, la "Franja" a base de obras y esfuerzo busca recuperarse, con la promesa de regresar al viejo pedestal que nunca debió abandonar.
Con obras y mucho esfuerzo la "franja" piensa con miras al futuro.
El problema surgió a finales de los ’80 y comienzos de los ’90, cuando una crisis dirigencial dejó al club prácticamente vacío de socios activos. Lo que derivó en que unos pocos tomaran decisiones,  que quizás no fueron del todo acertadas ya que se determinó vender el patrimonio del club. Así, el que supo ser el gigante de la provincia estaba caído y por el piso, casi sin levantar cabeza.
Aquel proyecto incluía un terreno de casi 10 hectáreas en la zona oeste de la ciudad, sobre calle Betbeder, un sector que hace 20 años era todo descampado. A su vez, contaría con varias canchas de fútbol y una hermosa pileta social, plan que quedó trunco a mitad de camino. Apenas se llegó a comprar el terreno, se construyeron dos piezas precarias y ensayaron la construcción de un natatorio. El resto, desolación pura.
Justo en el momento en el que muchos le escapaban a la responsabilidad de conducir a Origone, aparecieron los Sacchi, los Manzur, los Sáez. Familias fanáticas medulares del club, decididas a trabajar sin recibir nada a cambio.
“Había que sacar el club adelante. El pasado pisado. Nos propusimos reunir más gente y empezar a soñar. Creíamos que era posible que Aviador volviera a tener su predio para infantil y mayor, y hoy lo tiene”, mencionó Pedro Sacchi, actual presidente de la comisión directiva. A su lado, el  vicepresidente Cristian Manzur, sin ocultar su fanatismo aclara: “El club es una parte importante de nuestra vida. Le dedicamos mucho tiempo, son sentimientos inexplicables. Al ver que de a poco nuestro predio se hace realidad, es como ver crecer a un hijo propio”.
El terreno al cual hacen referencia, actualmente cuenta con 5 canchas de fútbol infantil, y en él se erige el Estadio Virgen de Pompeya. Estos dos dirigentes, acompañados de Calim Lemme, Walter Jofré, Miguel Solari, Maximiliano Frontera y un puñado más, se propusieron poner de pie al gigante, y de a poco lo están logrando.
Maximiliano Frontera, secretario del club, explicó que la cancha cuenta con las medidas reglamentarias y alambre perimetral gracias al aporte recibido a través del denominado Plan Griffa del Gobierno de la Provincia de San Luis. “Hemos recibido el primer aporte de cincuenta mil pesos y se están ejecutando las obras de cierre del predio. La primera parte de los trabajos tienen un costo cercano a los $ 70.000, por lo que estamos haciendo campañas de socios y adherentes para juntar el dinero restante. La idea es hacer todo el cierre con ladrillos en poco tiempo”, dijo.
Todo ese esfuerzo dirigencial, está acompañado por un proyecto futbolístico integral a cargo de Gonzalo Durante, quien coordina las divisiones inferiores conjuntamente con el Profesor Maximiliano Farías. Aviador, también disfruta un buen presente en el fútbol mayor ya que ocupa el primer lugar de la tabla en el campeonato local con grandes chances de clasificar al próximo Torneo Federal C de AFA.
“Estamos elaborando un proyecto muy serio para los campeonatos nacionales de fútbol, y además planificamos con tiempo, queremos hacer un buen papel y ascender”, cerró Pedro Sacchi, quien dejó la pelota picando a la posibilidad que surgió en los últimos días: “Hay una chance de presentar carpeta de invitación para los lugares vacantes en el Argentino B, haremos el esfuerzo de cumplir con los requisitos. Si se da lo aprovecharemos, sino, trabajaremos para el próximo año, pero Aviador va a estar pronto en una categoría superior”.
Estos dirigentes entusiastas se propusieron despertar al gigante, y por como va la cosa, no solamente ya se despertó de la siesta, sino que empezó a caminar, y de a poco, lo quieren ver trotar.